¿Porqué no hay cambios en mi vida?

Es muy común encontrar que muchos hijos de Dios se preguntan ¿por qué si busco a Dios no pasa nada en mi vida?

 

Según la Palabra de Dios somos seres integrales, es decir, espíritu, alma y cuerpo y por eso, somos seres especiales, irrepetibles, dignos e importantes, solo por el hecho de ser personas (Salmo 139:13-16).

 

 

¿Cómo podemos lograr ser mejores?

La mayoría colocan metas ya sea que consten o no por escrito, que tienen que ver con sus áreas de responsabilidad; estudio, profesión, trabajo, etc. pero pocos se concentran en sus áreas de intimidad, las que tienen que ver con su fuero personal.  El camino de la excelencia tiene que ver con la meta de ser mejor persona, pero ¿por dónde empezar?.


Conociéndose a sí mismo

Tenemos el compromiso de desarrollar nuestras fortalezas y emprender un proceso de mejoramiento para cambiar las debilidades y lograr la plena expresión de nuestra personalidad.

 

Esto va a determinarle áreas claves de desarrollo; tomando como punto de partida aquello que queremos lograr y las mejoras que deseamos obtener y lógicamente teniendo presente el regalo que Dios nos dio: nuestros talentos y fortalezas. 

 

Tomando decisiones (Mateo 5:37)

Un cambio personal y el proceso de ser mejor requieren tomar decisiones firmes, porque finalmente allí está cifrando su éxito o fracaso.  La toma de decisiciones es fundamental en el mejoramiento personal y no basta con querer, hay que hacer y los cambios deben ser visibles. Muchos se quedan solo en el intento, o en el querer pero pocos llegan al hacer. No basta con las ganas sino que es necesario tomar acción.  


Recordemos que la toma de decisiones  será el resultado de un análisis interno y profundo que le permite a cada persona definir planes de acción sobre su vida, tomar acciones  para que los planes se lleven a cabo y  evaluar constantemente los resultados  obtenidos para reajustar los planes.  


En este punto es fundamental activar nuestra intuición, la cual es una de las funciones del espíritu. La intuición es la que nos lleva a percibir los planes, pensamientos y proyectos de mejora de parte de Dios para nuestra vida (1 Corintios 2:14). 


Podemos decir que nuestra intuición son nuestros oídos espirituales y el lugar donde el Espíritu Santo sella lo que nos trae de Dios, por eso cuando oigo a Dios se transforma mis decisiones, acciones y reacciones.


Tenga en cuenta  su actitud

La actitud es aquella predisposición interna que tenemos hacia nuestros semejantes, las situaciones o circunstancias de la vida y las cosas u objetos que nos rodean. En esencia puede ser positiva o negativa.

 

De hecho los problemas significativos que afrontamos no pueden solucionarse con la misma actitud en el que estábamos cuando los creamos. Necesitamos un nuevo nivel de pensamiento más profundo, basado en los principios eternos y para ello es importante darle lugar a la conciencia que es la función del Espíritu que me lleva a discernir entre lo que a Dios le agrada y no que entre otras cosas tiene que ver entre sí me conviene o no (1 Corintios 6:12).

 

Comprométase

Algunas personas quieren lograr sus propósitos haciendo uso de sus talentos, pero hay algo que es mucho más importante, es su compromiso.  Si bien el talento es muy convincente, lo que más se espera de una persona es que sea consecuente;  en la familia, empresa y sociedad que sean confiables.  

 

El compromiso implica un sacrificio, una entrega sin condiciones ni miramientos; no es suficiente solo con entregar la cuota de colaboración, el verdadero compromiso demanda la cuota de sacrificio, al fin de cuentas, lo que cuesta es lo que se aprecia.  

 

Una persona que trabaja con compromiso siempre obtendrá el fruto y la recompensa viene de Dios como nos dice Proverbios 22:29 “has visto hombre solícito en su trabajo, estará entre los grandes”.  


En el compromiso es esencial la voluntad, la tercera función del alma, la cual nos lleva a la acción. Es bueno anotar que si la voluntad está dirigida por el Espíritu Santo siempre tendremos una victoria segura.


Venciendo el no puedo (Romanos 8:37)

¡No puedo hacerlo!, puede ser la expresión honesta de una persona que reconoce su imposibilidad para cumplir con un trabajo. O también puede ser la expresión común de alguien que hasta ahora no ha descubierto la enorme capacidad para hacer cosas que reposa en su interior.  Ya que el secreto de las personas que han logrado triunfar en la vida reside básicamente en que se concentraron en sus potencialidades, más que en sus limitaciones, se fijaron en lo sus posibilidades más que en sus debilidades.

 

Sin embargo la mejor forma de vencer el no puedo es dándole el control de nuestra vida al Espíritu Santo, ya que Él es quién mejor nos conoce y nuestro mejor mentor para llevarnos a la excelencia y la transformación.

 

APLICACIÓN TEOTERAPICA  

La Palabra de Dios nos muestra siempre el interés para  que seamos renovados y trasformados, en Jeremías 18:3-6.

 

El verdadero cambio siempre va a involucrar nuestras tres áreas: o sea en el alma experimentaremos transformación, en el cuerpo salud, y el espíritu recibimos de la fuente de salud y vida.



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Comentarios: 2
  • #1

    ELVIA ALMEIDA DE HERNANDEZ (jueves, 07 mayo 2015 18:01)

    Definitivamente, para lograr esos cambios que anhelamos tener en nuestra vida, tenemos que tomar la determinanción de tomar acción. Como dices aveces nos quedamos en el solo deseo. Muy bueno lo que escribes, te felicito y pido al Señor que te siga bendiciendo en todo, que te siga guiando y llenandote de sabiduria en todos los proyectos que emprendas, asi como este, de esta pagina para poder llevar el mensaje de la palabra del Señor.
    "Porque Dios no es injusto para olviadar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviendoles aún. Hebreos 6:10. Dios te bendiga.

  • #2

    Oscar (sábado, 16 mayo 2015 10:27)

    Para poder ver cambios en nuestra vida, se hace necesario tener un nuevo nacimiento, permitir que el Espíritu Santo nos renueve y sobre todo dar ese paso de fe para actuar con determinación.

    Gracias por tu comentario.